1.8.09

Batman: Espadas (la rosa, la capa y el murciélago)

Vamos a reconocerlo (y quien diga lo contrario es un mentiroso) el Zorro es un personaje genial; seductor, elegante, defensor de los débiles, siempre vestido de negro… seguro que somos muchos los que nos contamos entre sus fans y los que adoramos la primera adaptación al cine de la mano de Douglas Fairbanks; entre todos habría que destacar a uno en concreto y este no es otro que Bruce Wayne, el Misterioso justiciero de Gotham City llamado Batman.

Cualquier lector seguidor del personaje sabe bien como esta película es la que inspiró al cruzado de la capa a convertirse en lo que es hoy tras el asesinato de sus padres… pero ¿y si el Zorro decidiera que Gotham necesita un nuevo protector? ¿Cómo reaccionaría Batman cuándo el ídolo de su trágica infancia comienza a compartir las noches de vigilancia?

En Batman: Espadas nos encontramos que en la ciudad Gótica que Batman protege comienzan una serie de robos que no logra detener y es en ese momento cuando hace su aparición el Zorro… o mejor dicho El Caballero, como se hace llamar este luchador con máscara, espada y elegancia, prometiendo que donde el hombre murciélago ha fallado, el triunfará y logrará resolver los misteriosos crímenes que asolan la urbe.

Poco a poco este nuevo justiciero comienza a ganar popularidad entre la gente de Gotham, al contrario que Batman a quien los ciudadanos siempre han temido más que confiar, y es solo cuestión de tiempo que los dos héroes terminen cruzando sus caminos con sospechas y desconfianza por parte de ambos.

Si debo destacar alguna parte del cómic me temo que no podría y tendría que hacerlo con dos.
La primera es el encuentro de Batman y el Caballero en una azotea de Gotham donde vemos claramente lo molesto que el cruzado de la capa se encuentra y lo desafiante del nuevo vigilante.
La segunda sería la historia de amor que sucede entre el nuevo justiciero y una joven que ha intentado suicidarse y a quien ha salvado.

Si os suena esta historia es normal, ya que hace años fue editada por la tristemente desaparecida editorial Zinco, en tres volúmenes y que todavía hoy con algo de suerte podemos encontrar en alguna tienda o buscando en mercadillos.
También, aquellos que, como yo, seáis seguidores de las aventuras animadas de Batman ya sea en serie o en cómic, encontramos una trama parecida en uno de los tebeos de la serie animada en que el Caballero cruzaba su camino con el cruzado de la capa.

La historia corre a cargo de dos autores que no precisan presentación alguna.
Tim Sale, es responsable de algunas de las mejores historias del Batman teniendo que nombrar forzosamente sus especiales de Halloween que más tarde serían recopilados en la obra “El largo Halloween”, siendo de tal importancia sus aportaciones que encontramos numerosas referencias e inspiraciones a ellas en la última película de este personaje, como en la última escena cuando James Gordon le enseña un comodín de una baraja que está directamente sacada del cómic.
James Robinson ha sido guionista de personajes como Superman o la JLA y que abandonó el mundo de los cómics para irse a Hollywood, aunque esporádicamente ha realizado alguna incursión como la serie StarMan o Batman: Face to face.

Sin duda lo mejor es el siempre genial dibujo de Tim Sale que logra meterte de lleno en la historia y acerte sentir cercana la reacción de Batman ante el Zorro y la recuparación de un personaje como el Caballero que, al igual que otros tantos antagonistas del murciélago, necesitaba que alguien le diera el juego que se merece.; Por contra, aunque sea una aventura entretenida y muy recomendable, tiene un final que se hará evidente a cualquier lector con un poco de fondo.